La tarde que no fue lo que se esperaba...
El día se levantó feo, encapotado y empezando a caer lluvia, pero eso a Doña Aurelia no le supone ningún problema. Le basta el mando de la televisión, su sillón, la ventana descubierta de cortinas para poder disfrutar de la lluvia y la tarde con Juan y Medio. “Esto si es relajarse y no lo que llaman ahora los jóvenes a eso del Zen y esas paparruchadas modernas”.
Poco llevaba viendo el programa con su cafelito a un lado cuando lo oyó “Plop, plop, plop”. Rápidamente salió de su sillón y se quedó plantada en mitad el salón para ver si lo oía de nuevo y localizar el origen “Plop, plop, plop, ahí sigue el ruidito”. Y lo encontró, vaya que si lo encontró. Su mueble preferido en la esquina, no era el más bonito ni el más nuevo pero le gustaba, mojado de agua. Miró arriba y localizó el problema, ¡humedades! Se estaba filtrando el agua de lluvia desde la terraza de arriba.
Como una exhalación subió al piso de arriba, el 1ºB y empezó a llamar al timbre sin parar. Aún podía oír en su mente el goteo encima del mueble “plop, plop, plop”. Al abrir la puerta ante ella aparece un holandés de metro ochenta y con cara de extrañado “Vecino, se está filtrando el agua de lluvia desde tu terraza y me esta cayendo todo en los muebles y me lo está poniendo todo perdido, haga algo para que no siga entrando agua ponga algo” a lo que el señor holandés responde “Sorry?”. Vaya faena, Doña Aurelia no recordaba que ese era el piso de alquiler vacacional “Mira que le dije a D. Braulio que había que acabar con esto de los pisos turísticos”. Insistió Doña Aurelia “Que llame usted al propietario, apartment property fast”. No se consideraba bilingüe pero Doña Aurelia estaba orgullosa de su inglés aprendido. Nada el holandés no entendía nada. Dio media vuelta y volvió a su piso donde se encontró que seguía filtrándose agua de lluvia.
El aviso al presidente de la comunidad
Levantó el teléfono y llamó a su vecina Carmelita, inquilina del Bajo A “Ay Doña Aurelia menudo fastidio y yo también estoy viendo a Juan y Medio y encima te estas perdiendo un programón con los invitados, ¿Por qué no visitas a D. Braulio para que le pongan una solución?”.
Haciendo caso a lo que le dijo Carmelita, subió al ático del presidente (como no, el ascensor sigue parado) y llamó a golpe de puño a la puerta. No abrió nadie “No está el presidente cuando hace falta, hay que echarlo como sea “. Bajando de nuevo y resoplando se acercó al tablón de la comunidad para buscar el teléfono de la administración.
El administrador de fincas le explica la norma actual
Después de explicarle la situación a Doña Cayetana de la administración de fincas de la Comunidad “La Pera”, le hace saber que van a contactar con el propietario y el seguro. “Deme el número de teléfono del propietario que yo misma le llamo”. “Lo siento Doña Aurelia no puedo darle esa información, el actual Reglamento General de Protección de Datos me impide dar esa clase de información, pero no se preocupe que voy a contactar ahora con ellos”.
Doña Aurelia, aprovechando el momento, le espeta “Doña Cayetana, ¿Cuándo se va a prohibir la actividad de alquiler vacacional en la comunidad? Hay que hacerlo ya, esto es un disparate”.
La administradora le responde “Doña Aurelia, la normativa actual permite que se limite que un piso pueda realizar la actividad de alquiler vacacional siempre que se apruebe en Junta debidamente formalizada y con el voto favorable de tres quintas partes de los propietarios, pero al ser una actividad que se viene realizando de forma legal anterior a la ley no podemos impedir la actividad, cumple con la normativa actual”.
Doña Aurelia enfurecida contesta “¿Cómo va a ser eso? ¿Y yo voy a tener que aguantar a los de arriba sin saber quién vendrá? Que no, que no, yo soy propietaria y no quiero que haya pisos de esos vacacionales”.
Colgando la llamada, no le quedó más remedio que poner un cubo en la gotera y mirar por la ventana a lo que, con sorpresa, vio a D. Braulio volviendo de paseo “Vaya, vaya ¿ahora volvemos? Que presidente, nunca está cuando se le necesita", pero ya lo resolvió ella con la administración, quienes una semana después dejaron resuelto el problema al ser una filtración de la cubierta corresponde a la comunidad realizar la reparación con el seguro.
Doña Aurelia tiene claro que la Junta Ordinaria se acerca y deberá conseguir la presidencia como sea para darle la vuelta a la situación.
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